Terapia regresiva

dibujo pilar

A través de técnicas de relajación, abrimos una puerta a la memoria de subconsciente reviviendo hechos traumáticos del pasado que nos ayuda a cambiar actitudes y comportamientos que condicionan nuestra vida y no sabemos por qué.

Tomamos conciencia de los contenidos de nuestra memoria y entendiéndolos,  los liberamos y desactivamos creando nuevos patrones de conducta.

Con una simple relajación y cogiendo como hilo conductor una emoción o un dolor físico se entra en un estado alterado de conciencia, conectando con el inconsciente y sin desconectar el consciente, podemos revivir las memorias del pasado ya sean de la infancia, del estado fetal o de otras existencias e identificamos reacciones corporales y emocionales nos permite liberar los traumas, sentimientos de culpa, de miedo, fobias, desactivando creencias y creando nuevas conductas de comportamiento ya que con la terapia regresiva vamos a la raíz del problema, siendo capaces de entender situaciones que nos pasan en la vida cotidiana resolviendo los problemas de forma fácil y eficaz. Si no se liberan todas estas emociones, con el tiempo, el cuerpo físico somatiza enfermedades como la obesidad, fibromialgia, dolores de espalda, etc.

Sobre todo se desactivan asociaciones negativas que quedaron grabadas con ciertos recuerdos o vivencias y que ahora limitan o condicionan nuestra conducta.

En terapia regresiva la persona es consciente en todo momento de lo que le ocurre, a través de un ejercicio de relajación, el cuerpo físico queda relajado, y se entabla un dialogo entre terapeuta y paciente que permite focalizar e intensificar el síntoma o la emoción, y a través de un proceso asociativo de su mente, es capaz de entender por qué tiene ese problema, de donde proviene la creencia y los sentimientos que hacen reaccionar al cuero de una manera determinada.

 Nadie queda nunca inconsciente en una sesión de regresión, porque el propósito es justamente todo lo contrario; queremos que la persona se haga muy consciente de cómo grabó esos hechos en su mente, que reviva sus aspectos emocionales y somáticos y comprenda por qué se han reactivado en el momento actual. Al comprender la causa que origina el conflicto, el paciente inicia un proceso de cambio para desactivar ciertos contenidos y reeducar su mente.

Las personas con epilepsia, esquizofrenia, brotes psicóticos o enfermedades mentales es aconsejable no someterlas a terapia regresiva ya que pueden vivir un schok traumático.

No es necesario creer en la reencarnación o en vidas pasadas para hacer Terapia de Regresión. Se pueden trabajar los conflictos a través de los sueños ya que nos aporta informaciones y asociaciones muy interesantes para comprender y resolver el tema por el que se consulta.

En la regresión entras en un estado de alteración de conciencia, conectando el inconsciente sin desconectar el consciente permitiendo liberar los traumas, sentimientos de culpa, de miedo, fobias.

Gracias a esta terapia las personas tienen un auto-conocimiento de sí mismas mucho más profundo.

Somos capaces de entender situaciones que nos pasan en la vida cotidiana resolviendo los problemas de una forma fácil y eficaz.